Escrito por: María Bernardita Olazábal Fotografía por: Mary Frampton Cuando el vacío silente tambalea al alma
Y ve solo negrura, oscuridad, nada… Cuando sola se siente, mas sola no se halla, Como sombra sufriente calla acongojada… No existen palabras, no existen miradas, Se sabe perdida en plena encrucijada. Gime y llora sin atinar a nada Y espera doliente señales, llamadas. «¡Confianza!» balbucea desorientada. Y las lágrimas caen en esa, la noche más amarga, En lo profundo del pecho, sin ser enjugadas. ¿La causa? ¡Quién sabe! Ojalá se aclarara… Solo basta esperar, humilde, paciente y confiada, Sabiendo que se trata de una soledad acompañada.
0 Comentarios
|
Categorías
Todo
|